Escribo esto como madre y como miembro de una sociedad cada vez más anestesiada.
Porque no entiendo el silencio que hay en torno al tema de la pederastia en la iglesia católica.
No pretendo hacer un estudio ni un informe estadístico de la cantidad de miembros de la iglesia católica que han abusado de menores en España.
Esto es un grito desesperado en contra de la inviolabilidad (qué ironía, ellos...) de los miembros de la iglesia.
Contra esa gentuza que se cree con el derecho, abusando de su poder, de manosear y penetrar a menores de edad.
Más de 100.000 victimas RECONOCIDAS en todo el mundo.
No quiero ni pensar en todos esos adultos que callan historias de su infancia.
Y sí, hablo sólo de la Iglesia Católica pues el catolicismo es la confesión más numerosa en mi país, España y es de la que he escuchado historias atroces en boca de adultos que, hace años, fueron niños en manos de curas.