Pues ya se ha acabado el verano. No la estación, lo se, pero ese concepto que tenemos de relax, días largos, rutinas mínimas (más aún cuando hay niños en casa) y descanso, se evapora de repente.
Si tienes niños en casa, seguro que sabes a qué me refiero. Si no los tienes pero ya has vuelto de vacaciones, también entenderás de qué hablo. Llevamos todo el año esperando a que lleguen las vacaciones de verano, planeándolas con ilusión y una vez que se acaban, nos cuesta muchísimo volver al día a día.
Según revela un estudio de eBay, elaborado por Madison Market Reseach, para conocer los hábitos de los milenials en España, para el 35% de los jóvenes la vuelta de las vacaciones es uno de los momentos más estresantes del año y el 60% de ellos asegura realizar alguna compra durante el periodo de adaptación postvacacional para amenizar su vuelta a la rutina.
Si a estas compras le añadimos los gastos extras que supone la vuelta al trabajo, al colegio o a retomar actividades deportivas o de otro tipo, la cuesta de enero no es nada comparada con la de septiembre.
¿Cómo hacemos entonces para no quedarnos sin presupuesto al final del verano?
